domingo, 19 de febrero de 2017

#historiasdeamor: Quería volar

Abrió los ojos asustada, era media noche, algo le decía que tenía que cambiar. Quería volar, estaba cansada de una vida rutinaria, unos padres incomprensibles, y unos estudios poco excitantes, que solo le producían dolor de cabeza. Así que preparó la mochila, cogió lo necesario y dejó una nota en la mesita que decía: volveré.

Después de meses caminando, y agotar sus últimos ahorros. Leire perdió la esperanza de encontrar cuál era su propósito en la Tierra. Y decidió adentrarse en la selva en busca de nuevas aventuras. A lo lejos, oyó el sonido de una cascada y corrió en busca de agua. De la emoción, resbaló con las piedras y la corriente le arrastró profundamente. No tenía fuerzas para nadar, se sumergía dando vueltas con la corriente. Cuando abrió los ojos, se encontró con el cuerpo cubierto de plantas y una multitud de indígenas cantando alrededor. Intentando asimilar lo ocurrido, Ailin, un joven de la tribu le comunicó en signos que llevaba semanas en coma, y que su recuperación había sido un milagro. Al verle, Leire se quedó anononada, sintió que su vida estaba siendo una segunda oportunidad, y a la vez se sintió extraña en ese lugar, quería desaparecer pero estaba atrapada.

Ailin le enseñó a pescar, a cazar, cuáles eran las danzas típicas, montar a caballo y qué plantas eran venenosas o de sabiduría. Leire aprendió a vivir con pocos recursos. Cada noche la tribu bailaba alrededor del fuego, cantando y adorando la creación. Poco a poco, se fue enamorando profundamente de Ailin, pero él no podía infringir la ley, que decía que no podías tomar una mujer extranjera como esposa. Cada noche se buscaban entre la oscuridad para que nadie pudiera sospechar. Y por la mañana se conformaban con poco más que miradas. Alhue, uno de los hermanos de Ailin, empezó a sospechar. Así que una noche siguió a Ailin a través de la selva. Encontró a los enamorados besándose. No podía creer lo ocurrido! Y se fue corriendo a expandir la noticia.

Una vez toda la tribu se había enterado, fueron en busca de ellos, para entregarlos a la naturaleza por haber defraudado la ley. Ailin y Leire empezaron a correr como nunca. El miedo se había apoderado de ellos y decidieron subirse a un árbol para esconderse entre las abundantes hojas. Pero un joven, olió sus rostros, los encontró y se los llevó arrestados.

A la mañana siguiente, les esperaba la gran ceremonia, donde serían entregados a la naturaleza. La ceremonia procesó como estaba establecido, y el fuego empezó a ascender mientras cantaban multitud de lenguajes. El cielo empezó a oscurecerse y una tormenta inesperada, apagó el fuego. Toda la tribu quedó en silencio. Entendieron que era una señal de los dioses, así que los dejaron en libertad.

Ailin y Leire pudieron empezar una nueva vida, y decidieron quedarse en el poblado. Leire, aprendió que la vida es un regalo, que hay que luchar por los sueños, y que el amor puede con todo.


Keren Serrano